La vida de Julián Marías, vital e intelectualmente tan fecunda, queda dibujada en su completa trayectoria desde el momento en que pasa a ser un clásico del pensamiento en lengua española. El arco de su peripecia vital, que alcanza la mayor parte del siglo XX y el comienzo del XXI, forma un círculo limpio, coherente, un dibujo de claro trazo; una obra de arte (la mejor obra de los grandes hombres es su propia vida.) Ahora vemos, quizá con el tiempo lo vayamos viendo más claramente, en su completa dimensión la vida de este hombre escasamente comprendido, cicateramente recompensado en la vida cultural y social de España.