Por el Académico de Número
Excmo. Sr. D. Helio Carpintero Capell *
Sesión del 7 de Marzo de 2006
La reciente muerte de ]ulián Marías ha provocado, como era de esperar,
un considerable aluvión de comentarios y de recuerdos, entre cuantos lo admira-
ban, y entre los muchos discípulos cercanos o lejanos que han valorado su entre-
ga de tantos años a la vida del pensamiento y de la cultura.
He pensado que, en su honor, tenía sentido recordar en esta Casa ciertos
lazos singulares que le ligaron al magisterio de algunos miembros de la misma, con
quienes vivió en sintonía de inquietudes y actitudes, tejiendo una sutil red que lo
enlaza espiritualmente con el proyecto cultural genérico que esta Institución repre-
senta.
Es conocido el hecho, por otra parte, de que no faltaron gestos cordiales
de algunos de nuestros compañeros con los que se trató de atraerle a entrar en ella.
Recordaré también a este respecto el premio -Eloy Montero Gutiérrez- que la
Academia le concedió por unanimidad en 1996. Se entenderá fácilmente la satis-
facción que me habría cabido, dada mi condición de discípulo suyo, de haberlo
podido encontrar aquí, cuando tuve el honor de ser llamado a formar parte de los
miembros de esta Casa. Pero entiendo y respeto la que fue su voluntad, y sólo
pretendo ahora subrayar algunos de sus más visibles nexos con quienes fueron a
un tiempo miembros de esta Academia y maestros suyos.
Disponible completo en PDF: http://www.racmyp.es/docs/anales/A83/A83-16.pdf