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BLANCO Y NEGRO MADRID 21-08-1988 página 10
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BLANCO Y NEGRO MADRID 21-08-1988 página 10

  • EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
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U N poco a desiiempo. fuera de Madrid, he visto uriíi película que fuvo alguna fama Sobre iodo por ser particulairnenie erótica- Esta palabra, tan interesante, tan importante, tan d Qna, se aplica ahora, con notable íalta de ttgot. casi a cualqufer cosa. Como las palabras, los nombres, son decisivos, temo que este de fuste ingüislico sea causa de otros vnés graves que atectan a la Vida real. Por ejemplo, muc s veces se llama erotismo a la pornografía- f a de nuestra época suele ser. a d e n pedante y triste, fo que son dos agravantes- Recuerdo lo que don Miguel de Unamuno. buen celtibero, decía cuando se hablaba de pornogralía: -Vo no leo libros de cocmaNo es el caso de la película que acabo de ver Pere la han desvirtuado drversos errofes anrropológicos: si no temiera ser También yo pedante, lo explicaría CT detalle; me contentare con insirKjar luego por dünde va Ja cosa Se titula fa película 9 J 2 We k (Nu va semanas y media) El director es Adnan Lyne; los actotes principales, Kim Bassioger y Mickey Rourke, Elfa, EiJzabeih, es una muchacha rutea, atla. esbelta, muy bella. como satíen todos O: Í que han visto a esta actriz: trabaja en una galería de aiíe, en Jueva York; según nos comunica, ha estado casada ires atos; su ex marido aparece fugazmente, dedicado ahora a otra compañera de la mssma galería Q, John, es un hombre también Oven. bien parecido, casi sierripie sonriente, de rostro amistoso salvo momentos excepcionales Un encuentro tortuilo los pone en relación John es tan suave ID Por JULIÁN MARÍAS DE lA REAL ACADEMIA ÍSPAÑOÍA LA CONDICIÓN CORPÓREA como insistente y tena? Por pane de la muchactia hay una mezcla de atraccidn y sumisión. La piirnera parte de la película es alegre y divertida- Hay ngenro, imaginación, una alta dosis de juego Se juega con la ciudad, Nueva York, con gran acierto y Irecuente belleza: los edificios, las calles, las muchedumbres, los tipos pintorescos y estrafalarios 0 hombre y la mujer también juegan, un juego en gran parle erdlico- todavía s i- pero mezclado con otras cosas, por ejcmpfo la comida no he visto una película en que fa ingestión de alimentos sea tan repetida, minuciosa e insistente, muchas veces, por supuesto, ligada a to eroiicoEl clima de simpatía, alegría y deleite se va. sm embargo, enrarecienckí, como era de temer. Van haciendo su apanciün elementos agrios, antipáticos, con algún tjnie sádico Sobre todo, aparece el aburrimiento Desde luego, de la muchacha, también del hombre y. por supuesto, del espectador. La peiícufa cambia de tc nalidad, se va desvanecierKlo el luego, queda un ambiente de snomiaiiflad, deobsesiún. mafestat. que Ehzabefh puede soportar cada vez rricnos V todo termina con un desenlaíe tnste, depnm te, con un hastío que contrasta con el mo pvial, Vivaz. que fue el comienzo de la película l a impresión ¡nevitabie es que se ha frustrado una posibilidad Se va de entro las manos fo que hubiera podido ser una película atractiva e iiíteresante En algunos rrujmentos fa recreación cinemalogratica de Nueva York es felicísima La manera de tratar las escenas de comida, su asociaCfon con otros tipf de sensualidad, tiene inv rcidn e ingenio. Incluso la ei- ptóracián de fo mas estrictamente aióficc tiene aspectos de interts De manera e: cesivamente umlaiei- al, en definitiva empobrecedoia hay una presenfaciún valiosa de la befleza del cuenx) f rfenino V sin embargo no se puede evitar la impresión d ¿Iracaso Hay un error tjasico en esta película Er ella se trata cas e Clu 3 vamente de cuerpos, pero eltó no es posible, porque los cuerpos no existen por s sobs El cuerpo es de alguien, es de una persona de un quióa. La vieja pregunta que so han hecho los Iflúsolos. SI soy un cuerpo O í ngo un cuerpo está mal planteada y asegura una respuesta errónea Wi soy cuerpo ni mcramenfe tengo cuerpo soy corpóreo. Hace mucho tiempo que delino a la persona humana como- algujen corporal- s ri omitir ninguno de los dos términos Y esto se ap íca al uso dal cuerpo y a las relaciones entre personas Los cuerpos, claro está, no se enamoran, m siquiera es verdad que nadie se enamore de un cuerpo, se puede antír un cuerpo porque es el de alguien. Sücuerpo En Wuevesema ras rmd a. el liomtJre tiende a olvidar que la mujer es una persona y trata de obtener de eíia ptacer- por supuesto, no felicidad, que sólo las personas con o la t pueden dar- Pero a última hora cTrce que siente poi eífa to que no había sentido nunca, a pesar del largo deslife ó mujeres por su Vida, registradas en la cdecCJÓn guardada en sus cafones Es deciT, fe haria lalta fa persona Eíízabeih. pero sigue tratando cCm su cuerpo como si luera autónomo y descubre la irimensa monoronra de la mera coporeidad. La muchacha, por su parte, no ha perdido nunca la conciencia de su carácter personal No es que ID vea muy claro no lo piensa, pero vive de esa manera en sana esponíaneidad Y tropieza con el error- a úliima hora- leónco inierpreiaJivoque la está destrozando Es una jelicula arbitraria ínjuSiilicada que ha echado a perder to que hubieía podido ser la historia de dos perswiajes airaclivüs. en un escenario lleno de posíbiíidaties. con una cámara inventiva, diestra en recursos, a veces con verdadera imaginación Percal pasar por alio lo que fas co a reaimúnlc son ha olvidaOo que la realidad siempre se venga

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